jueves, 24 de noviembre de 2011

Zarzamoras




Hoy cosechamos zarzamoras maduras.
El color es morado,casi negro.
Las lavamos abajo del chorro de agua para que se le vayan la tierra y los gérmenes .
A las zarzamoras las echamos al plato.
Despues las cortamos a la mitad y le echamos azúcar y agua.
Esta fruta tiene vitamina C.
Las comimos de postre en el almuerzo: ¡estaban deliciosas!

Romina Peña (6°)

jueves, 10 de noviembre de 2011

Los días de lluvia



Cuento:
“ Los días de lluvia”

Había una vez un niño que vivía en el campo.
Cuando llovía siempre salía afuera y se mojaba.
La madre de él, los días de lluvia hacía torta fritas.
El niño la pasaba muy lindo y se divertía mucho.
Al otro día había clase y el niño se levantó a las 7:00 horas para ir a la escuela.
Cuando llegó a la escuela escuchó a unos amigos conversar:
-¡Ayer fue un día muy aburrido! -dijo Esteban-
Y el otro amigo, Jorge respondió:
-¿Por qué?
-¡Cómo, que por qué!, ¡porque llovió!
-¡Pues a mi me pareció muy lindo y divertido!-dijo Jorge.
-¡A vos todo te parece lindo y divertido!
-¡No, todo no!
-Y entonces, ¿qué te gusta?
-¡Me gusta cuando llueve !
-¿Por qué?
-¡Porque mi madre hace tortas fritas, salgo fuera y me mojo y también ayudo a mi padre y a mi madre!
-Y a vos, ¿por qué no te gustan los días de lluvia?
-¡No me gusta porque mi madre me tiene encerrado!
-¿Qué quieres decir con encerrado?
-¡Lo que quiero decir con encerrado es que me tiene adentro de mi cuarto, y no me deja salir afuera!
-¡Bueno, entonces un día de lluvia te voy a invitar a mi casa y vas a ver que te vas a divertir!

Pasaron tres días y amaneció lloviendo.
Jorge tenía que ir a la escuela y el padre lo llevó en su auto.
Antes de ir a la escuela Jorge le dijo a su madre y a su padre:
-¡Invité a un amigo que se llama Esteban !
-¡Bueno, no hay problema!
-¡Chau, mamá, me voy a la escuela!

Llegó a la escuela sacudiéndose la ropa humedecida.
-¡Buen día!-dijo Jorge.
-¡Buen día!, respondió la maestra.
-¡Hola, amigo!
-¡Hola!-respondió Esteban.
-¡Y, amigo, tu madre te dejó ir a mi casa!
-¡Si, me dejó!
-¡Vas a ver que te vas a divertir mucho!

Se acabó la hora de clase; Esteban y Jorge se fueron en el auto del padre de Jorge.
Llegaron, hicieron los deberes y después que los terminaron salieron afuera y se mojaron.
Al día siguiente cuando fueron a la escuela Esteban le dijo a Jorge:

-¡En tu casa me divertí mucho!
-¡Te dije que te ibas a divertir mucho!
-¡Tenías toda la razón !
-¡Ves que no podes decir que la lluvia es fea!
-¡Perdón, me equivoqué !
-¡Por eso yo digo que me encantan los días de lluvia!

Cada ves que llovia el amigo de Jorge,Esteban iba a la casa de Jorge.
Fueron amigos por siempre.

Florencia Nebot (5ª)

"Dulce Lluvia"


“Dulce Lluvia”

Había una vez una chica que vivía en un campo llamado Camberly. Esta chica se llamaba Mirella. Hacía meses que no llovía en Camberly, hacía muchísimo calor, y se estaba empezando a notar.
A ella le gustaba eso, jugaba con agua y se bañaba dos veces al día. Pero la demás gente de Camberly no pensaba lo mismo, hasta algunos decían: “nos vamos a morir secos, sin volver a recordar el olor de la tierra mojada cuando llueve”.
Tan preocupados estaban, que hicieron una reunión en la casa del señor más importante de todo Camberly, el señor Flinchster.

- ¡Nos vamos a morir! ¡Necesitamos aguaa!

- Yo aconsejo que nos mudemos a Abilequa, allí hay muchísima agua.

- ¡Dios mío! ¿acaso no entienden? ¡Moriremos! ¡moriremos de sed!

Ese fue el punto para el señor Flinchster.

-¡Pero por favor! Sé, yo sé que esto que está pasando es muy grave, pero, ¡Tampoco hay que pensar de esa manera! ¡no hay que decir que moriremos! ¡no hay que decir que nos mudemos!.
Todo es cuestión de estar unidos, y hacer lo posible para arreglar
este grave problema.

Pasados los días, el señor Flinchster hizo todo lo que pudo para tratar de resolver ese problema de la lluvia, pero un día llegó a su casa, y dijo:

-¡Ay! mi querida esposa, - dijo apenado - yo sin ti no aguantaría ni un momento más, puesto que eres la única que me apoya. ¡Parece que el pueblo olvidó todo lo que dije el otro día! y ambos se quedaron mirando el fuego de su gran estufa.

Mientras tanto, Mirella estaba lavando su ropa, esa que hacía meses que no lavaba. Luego las tendió.

Pasó una hora, pasaron dos horas, y cuando Mirella salió...¡estaba lloviendo!. Ella no lo podía creer, “esto es imposible”,pensaba.
Pero bien real era. Empezó a girar sintiendo el agua caer, y no le importó que su ropa se mojara, sacó la lengua para probar el agua y...¡era dulce!. Ese día fue uno de los más importantes de Camberly, y entonces, decidieron ponerle a esa lluvia: “Dulce lluvia”.



Oriana Guigou (5º)

jueves, 3 de noviembre de 2011

La rosa


Tenemos un rosal en un cantero de la escuela.
Tiene tres años.
Lo hicimos de gajo.
Mide setenta centímetros de alto.
Sus espinas son largas.
Las flores son rosadas.


Guadalupe Soutto (2°)