viernes, 14 de noviembre de 2008

Cosechamos acelgas











En realidad, venimos cosechando acelgas desde marzo. Todas las semanas las incluímos en nuestro menú en forma de tortillas de horno o canelones. Ahora decidimos, ante la aparición de los queridos frailescos, cosechar y llevar para la casa de cada alumno, para que disfruten en familia de lo producido en el invernáculo escolar. Además de acelgas, hemos disfrutado de los rabanitos, zanahorias, choclos, zapallitos de tronco, frutillas, lechugas y repollos.

Frailesco o bicho moro: ¿la fama es puro cuento?


Cuando creíamos que habíamos controlado los enemigos en el invernáculo, ¡aparecieron los frailescos! Son muy voraces: en poquito tiempo dejan sólo los tallos y las nervaduras de las plantas. En especial devoran los morrones y las acelgas, pero no desprecian los repollos ni las lechugas. El gran inconveniente lo tuvimos al buscar en Internet: no existía el frailesco. Por suerte, recordé que el Ingeniero Agrónomo Etulain me había dicho que se lo conocía como Bicho Moro, y que se podía hacer un repelente fantástico: se juntan muchos frailescos en un recipiente, se cubren con agua, se dejan macerar y se rocían los cultivos. Los frailescos que llegan sienten el olor (que es horrible), y seguramente piensan:"_¡Cuántos hay aquí! ¡Este supermercado está demasiado lleno!" Y se van para otro lado. Probamos, y dio resultado.
Averiguamos que el frailesco (bicho moro), es un coleóptero de la familia Meloidae. Es conocido en Argentina como bicho moro por el pelo blanco que cubre su cutícula oscura. Son de tegumento poco quitinizado, tienen forma cilindro- cónica, de uno a un centímetro y medio de largo. La cabeza tiene forma de corazón y las antenas son relativamente largas. El macho es más pequeño que la hembra.
Ahora llega la gran pregunta: ¿ son benéficos o perjudiciales?
Y la respuesta sorprendente es la siguiente: en estado larval son benéficos, porque se alimentan de huevos de langostas e insectos. Es en estado adulto que ocasionan enormes daños en los cultivos (soja incluída).
Brevemente, contaremos la vida de un bicho moro: nacen de una puesta, 386 larvas primarias, llamadas triangulinos. Miden 1 mm y viven en el suelo. A las tres semanas estas larvas mudan y aparece la larva secundaria, que alcanza unos 14 mm de largo, blanquecina. Se entierra aún más y pasa todo el invierno enterrada, hasta que en la primavera vuelve a transformarse en larva terciaria, más activa y móvil. Continúa alimentándose de huevos de ortóteros y pupas de pequeños insectos. Se transforma otra vez, ahora en pupa y similar al insecto adulto, que aparece en primavera, en los meses de octubre y noviembre, hasta fines de enero o principios de febrero.
Los adultos son muy perjudicales y atacan, además de los cultivos mencionados al comienzo, la papa, tomate, berenjena, tabaco, espinaca, remolacha y yuyo colorado o Amaranthus.

sábado, 8 de noviembre de 2008

"La paz comienza conmigo"



Los escolares de once, doce y trece años tuvieron la oportunidad de participar en un concurso organizado por Lions Internacional (los Leones). Tenían que crear un cartel que representara el título de esta entrada. ¡Qué difícil fue eso! Resulta que tuvimos que investigar mucho: primero, necesitamos saber qué era un cartel, porque al intentar el primer croquis hicimos dibujos. Luego nos dimos cuenta de nuestro error, ya que un cartel es otra cosa: teníamos que simbolizar nuestras ideas.
El viernes siete a las veinte horas era la premiación, en el salón del Hogar para Ancianos "Manuel Soutto".
Pudimos apreciar todas las obras presentadas, y escuchamos emocionados el nombre del ganador del segundo premio, Brian nebot. ¡Felicitaciones, Brian! Y felicitaciones también para Nicolás Allegretti y Eduardo Cánepa, por participar con tan hermosos carteles!

lunes, 3 de noviembre de 2008

Ademar Alves






















El treinta de octubre recibimos la visita del escritor de Bella Unión (Artigas). No vino solo. Lo acompañaron su secretaria Adela Burgardt, el Inspector Departamental, Maestro Edgardo Andino, las Inspectoras de Zona, Maestras Cecilia Caresani y Teresa Flores, la encargada de la Biblioteca Pedagógica , Maestra Adriana Moyano, el Maestro Miguel Damborenea y la Maestra CAPDER Valeria Retamosa.

Escuchamos con deleite las experiencias de vida del escritor, y disfrutamos de los cuentos del Maestro Miguel.

Nosotros ya habíamos leído algunos de sus libros: "El gato pedagogo", "El Rubio es un mago", "Simplemente Roque" y "Acuarelas de mi pueblo".

lunes, 27 de octubre de 2008

Cañada Magallanes, ubicación en el departamento de Soriano










Queremos compartir la ubicación de Cañada Magallanes en el departamento de Soriano. Continuamente estamos realizando hallazgos de boleadoras. Hoy, a escasos metros de la escuela, al ser removido un camino para emparejarlo, encontraron una boleadora. Éstas que vemos en la foto, fueron halladas al hacer quinta y en el campo de otro vecino. Los restos de cacharros son de más lejos, precisamente de las costas del Río Uruguay, en Colonia Concordia. Los incluímos para que puedan observarlos cómodamente.

Cañada Magallanes IV: aves
























El avistamiento de aves autóctonas en Cañada Magallanes es fantástico. Desde los bellísimos cardenales, hasta el incomprendido chimango, se dejan observar con generosidad. Eso sí: hay que estar munidos de mucha paciencia y maña, porque seguro que cuando salimos sin cámara de fotos, los vemos como si fueran modelos profesionales. En estas imágenes veremos también a los benteveos y calandrias que esperan la hora posterior al almuerzo, cuando llevamos la materia orgánica a la abonera y comen suculentamente de ella. Los tordos negros y sus discretas compañeras grises, el espinero con su nido en el manzano y las migradoras golondrinas también aparecerán aquí. Les debo la foto de los padres teros con sus cuatro pichones que cruzaron delante mío por el camino, cuando no llevaba cámara: se los van a tener que imaginar...

domingo, 26 de octubre de 2008

Cañada Magallanes, III: las flores silvestres









En esta estación (primavera), nos quedamos deslumbrados por la cantidad de flores silvestres que surgen entre la vegetación acuática, del monte nativo, y a orillas del camino. ¿Conocen los nombres?

sábado, 25 de octubre de 2008

Cañada Magallanes, II.






Hoy quiero compartir con ustedes algunas fotos que tomé recorriendo una de las márgenes de la Cañada Magallanes. Quedé extasiada con el bellísimo paisaje que se brindó ante mis ojos. El monte indígena, con sus talas, espinillos, algarrobos y molles, me ocasionó algunos trastornos (rasguños), pero valió la pena. De a ratos, tenía que caminar agachada, por las ramas. Pude apreciar que en tramos, la cañada es angosta (un metro de ancho), pero en otros lugares es muy ancha. Tiene muchísimas plantas acuáticas, y en las barrancas se ven agujeros (seguro que de nutrias). El canto de las calandrias es un hermoso fondo para esta travesía- aventura.

jueves, 23 de octubre de 2008

El morrón "bonsai" y los tomates del invernáculo





No deja de asombrarnos esta planta de morrón que tenemos en el invernáculo. No supera los diez centímetros de altura, y tiene un morrón casi de su tamaño. No es bonsai, porque esta técnica o arte tiene otras características, pero le adjudicamos este calificativo por su pequeño tamaño. Para informarnos de lo que es bonsai, podemos acceder a http://www.uy.emb-japan.go.jp/espanol/info%20Japon/Bonsai
Por su parte, los tomates están dejando ver sus frutos y empezamos a cosechar frutillas, que paladeamos en ensalada de frutas.
Hemos incorporado varias plantas con flores, para que cumplan la tarea de atraer los polinizadores.

lunes, 20 de octubre de 2008

"Dar la palabra"

Queremos compartir seis cuentos que enviamos al Proyecto "Dar la palabra". No sabemos si quedarán seleccionados, pero nos gustó la idea de compartir nuestras vivencias y creaciones con otros niños.

La hormiga coqueta
Estaba una vez, al lado de la cañada, una hormiga muy coqueta, paseando. Como estaba muy cansada y sedienta, se sentó y tomó agua. Se resbaló y cayó.
-¡Socorro, socorro!, gritaba. Estaba muy nerviosa.
Por suerte, había un hormiguero con muchas hormigas que la ayudaron a salir del agua. Eran sus amigas. Les agradeció muchísimo que la salvaran y les dijo:
-¡Qué buenas amigas tengo! ¡Si no me hubieran sacado del agua, me ahogaba!
Luego de eso, las hormigas le dijeron:
-¿Querés venir a vivir a nuesto hogar?
La hormiga respondió:
-Bueno, total no tengo hogar y si me hago uno me quedaré sola.
Ella se puso muy contenta, porque había encontrado hogar y amigos nuevos.
Todas las hormigas estaban muy contentas y decidieron invitarla a conocer la casa y el campo.
Fueron muy felices.
Belén Villalba ( 10 años, clase: Quinto)

La tapera
En mi casa hay un campo que tiene una tapera.
La tapera estaba muy sucia y había que limpiarla.
En las vacaciones de verano fuimos a limpiarla con mi hermano Matías y Atilio.
Atilio es el señor que ayuda a papá en el trabajo del campo, pero hoy nos acompañó a nosotros.
Llevamos para ese día las herramientas: la motosierra, el machete y el serrucho. También llevamos la comida para el almuerzo. Nuestro almuerzo consistía en asado, que lo hicimos en una pequeña parrilla que habíamos llevado.
Ese día trabajamos mucho, cortamos ramas e hicimos leña.
A las once horas paramos para preparar la comida, almorzamos y luego sesteamos al fresco, porque fue un día de mucho calor. Matías sesteó en el camión y Atilio debajo de un árbol.
Atilio es muy divertido, mientras trabajábamos nos hacía cuentos de cuando era niño y nos contaba sus travesuras con sus hermanos. También nos realizaba muchos chistes. A Matías y a mí nos gusta su compañía porque nos divertimos mucho.
Después de la siesta, que yo no hice, fuimos a seguir con nuestro trabajo. Pasamos toda la tarde. Cuando bajó el sol, cargamos todas las herramientas al camión y regresamos a casa. Nos bañamos, cenamos y nos acostamos temprano, porque estábamos muy cansados.
Al otro día nos levantamos muy temprano y volvimos a salir para el mismo lugar a seguir cortando acacias.
Hicimos un gran montón de leña para el invierno, luego quemamos las ramas y todo quedó muy lindo y limpio.
Así fue una parte de estas vacaciones de verano que las disfruté mucho con trabajo y también con mucha diversión.
Nicolás Allegretti (12 años; clase: Sexto)

Mi yegua
Mi yegua se llama Estrellita.
Es muy buena y mansa.
Yo le doy espigas de maíz en la boca. Cuando yo la llamo, viene.
El color de su pelo es blanco con manchas marrrones.
Tiene como dos años.
Es un poco nerviosa.
Mi padre le cortó las crines.
Yo la quiero mucho.
Brian Nebot (11 años; clase: Sexto)

El gato y el perro
Érase una vez, un gato y un perro que vivían en la ciudad. Siempre fueron muy buenos amigos. Un día se levantaron y desayunaron café con leche, pan con manteca y azúcar. Se llenaron mucho, y para que les bajara el desayuno salieron a hacer mandados para el mediodía. Luego de hacer mandados juntos fueron a la casa a hacer la comida. Casi se les quema la comida, pero se dieron cuenta antes y apagaron la hornalla. Comieron y empezaron a pelear, porque los dos querían la pata de pollo, y como había una sola se peleaban. al rato se dieron cuenta que pelearse no estaba bien, entonces decidieron hablar. El gato le dijo al perro:
-¡Toma, te la doy, cómela!
El perro estaba pensando:" -¿Me la quedo o se la doy? Mejor se la doy".
Empezaron a discutir porque ninguno la quería, pero después, se la quedó el perro.
Lucía Cairus (9 años; clase: Tercero)

La marimoña Juliett
Soy una marimoña. Me llamo Juliett. Vivía con todas mis hermanas en el patio de la casa de Cristian, el niño que está en Jardinera.
Un día, cuando yo dormía, Verónica (la madre de Cristian), con mucho cuidado me sacó de mi cama. Luego me bañó y me secó. De repentem me metió en un lugar oscuro.
-¡Auxilio, auxilio!, gritaba yo. Descubrí que allí había un cuaderno y una cartuchera con muchísimos lápices. Después algo se movía y sentía el ruido: "chack, chack, chack". Era la moto en la que todos los días iban a la escuela. Me sacaron. Una señora a la que llamaban maestra me subió a su mano y llamó a muchos niños. Me plantaron en un cantero y taparon mis raíces. Me alimentaron poco a poco. Una flor me miró con rabia y me dijo:
-¿Qué hacés vos acá? Nos estás robando territorio.
-Yo tampoco estoy feliz de estar en este terreno, le contesté. ¡Por favor, calmate!
Al rato nos hicimos amigas. Después se me salieron tres pétalos. Cuando me fueron a visitar los niños antes de irse para su casa, no me quedaba ninguno.
Ahora vivo sin pétalos con mis nuevas y queridas amigas.
Oriana Guigou (8 años; clase: Segundo)

Mi gallo blanco y el colorado
En el campo de mi casa hay un gallo.
Todas las mañanas se oye:
-¡Cucurucú!
Parece que dice:"-Buenos días, buenos días!"
Es un gallo blanco.
Lo trajimos de la casa de Soutto.
El primer día le dimos de comer y no comía, porque había otro gallo que lo corría.
El peleador era el colorado, pero lo matamos y lo comimos.
Cuando lo matamos, ahí sí comió. Él diría:"-¡Qué alivio, mataron a ese gallo!"
Era medio duro el gallo colorado, pero quedó muy rico.
El gallo blanco se quedó muy contento con las gallinas y todo.
Florencia Nebot (8 años; clase: Segundo)

El viejo de la bolsa y la bolsa azul del CAF



Cuando la maestra era chica, hace "taitantos" años, era común asustar a los niños pequeños que se podían portar mal, con el cuento de que el hombre de la bolsa iba a venir a llevárselo. Si alguien no quería tomar la sopa, que puntualmente aparecía TODOS LOS DÍAS en el almuerzo, seguro que el hombre de la bolsa estaba allí, amenazante. Como bien menciona Roy Berocay en uno de sus cuentos, jocosamente, "¿Y si el hombre de la bolsa tampoco quería tomar la sopa?" Bueno, pero eso es otro asunto. Lo interesante, es que esta recordación fue a costa de la bolsa azul que trajo la maestra del CAF (Centro Agustín Ferreiro), con todo su contenido. Y como muestra basta un botón, aquí dejamos también las fotos...